Inteligencia artificial aplicada al uso de la fuerza y derechos humanos

Por Favio Farinella

“A medida que el uso de máquinas robóticas y sistemas de inteligencia artificial con fines bélicos se expande, también crece el interés por el estudio de los sistemas de armas autónomos (SAA en adelante). Una directiva de política del Departamento de Defensa Estadounidense define a los SAA como sistemas que, una vez activados, pueden seleccionar y atacar objetivos sin mayor intervención por parte de un operador humano. En el nuevo escenario provisto por la puesta en funcionamiento de este nuevo tipo de armamento, surgen amenazas a derechos básicos como la vida o la integridad personal, o bien, se cree que producidas tales violaciones, la delimitación de responsabilidades civiles y penales se torne incierta. Por otra parte, la magnitud de su potencia y despliegue, bien puede corresponderse con la comisión de un crimen internacional…Las amenazas a los derechos humanos basadas en la tecnología y sus aplicaciones son tan numerosas como las utilidades derivadas de su uso. Si bien no toda amenaza debe proveer como respuesta una prohibición, en lo que toca al uso de la fuerza por parte del Estado y sus funcionarios, el principio general ante la posibilidad de lesionar derechos valiosos, debe ser su prohibición. Creemos conveniente la aplicación por analogía del principio precautorio, a todas aquellas situaciones vinculadas con la inteligencia artificial -y sus algoritmos- aplicados al uso de la fuerza de la cual puedan derivar lesiones a la vida, la integridad personal y otros derechos como el de reunión y manifestación pacífica, o la intimidad y privacidad personales.”

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Términos mencionados en esta doctrina: derechos, sistemas, inteligencia, artificial.