Nota de presentación del primer suplemento

Por Dr. Ramiro Cabrero

Presidente de la Asociación Argentina de Ética y Compliance

El avance sostenido en el campo de la ética y transparencia de las organizaciones ha dado lugar, tanto a nivel mundial como nacional, al concepto denominado “Compliance”. Observamos así que se exige a las organizaciones, sean públicas o privadas e independientemente de su estructura y alcance geográfico, niveles de compromiso con la sociedad cada vez mayores tanto por parte de los reguladores, accionistas, consumidores, socios de negocios, o ya sea desde la ciudadanía en general.

Una lectura y traducción rápida del concepto puede indicarnos que se trata de que las organizaciones cumplan con todas las normas que le resulten aplicables, tanto externas (regulación local y/o internacional) como internas (políticas propias de la organización). Y si bien dicha aproximación es correcta, hay un claro consenso de que Compliance abarca un universo más amplio de temas de interés, en particular el análisis de aquellos comportamientos humanos que anticipan y reflejan conductas que, aun no infringiendo regla alguna, pueden resultar indeseables y reprochables en una organización. En otras palabras, para Compliance obedecer todas las normas es una condición necesaria, pero no suficiente.

De este modo ha surgido la necesidad profesional de formarse en la materia adquiriendo habilidades y técnicas imprescindibles para su efectivo desarrollo y ejecución. La introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas por delitos de corrupción a través de la Ley 27.401, acompañada de atenuantes o eximentes de responsabilidad y con conceptos novedosos como los acuerdos de colaboración eficaz o el rol del Compliance Officer en la gestión de riesgos a través de un programa de integridad, resalta la importancia de Compliance para todo tipo de organizaciones.

Celebro en este sentido el lanzamiento de un Suplemento de Compliance que sirva como plataforma de información y actualización constante para profesionales de múltiples disciplinas, mediante el aporte doctrinario, experiencia práctica, exposición de casos reales, fallos y normas en la materia. La difusión de las mejores prácticas de Compliance ha demostrado ser también una herramienta altamente efectiva entre profesionales para un mejor análisis y asesoramiento.

El compromiso con la ética y transparencia debe ser parte de los cimientos de una sociedad justa, moderna y globalizada, donde todos los actores sociales asuman un rol individual y colectivo para edificar una cultura de hacer lo correcto. Las redes de profesionales y de organizaciones en la sociedad civil cumplen un papel esencial en ese camino que debemos continuar desandando con información actualizada que nos garantice el desarrollo continuo de mejores prácticas.

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